viernes, 22 de marzo de 2013

LA VANIDAD.



La mujer en la actualidad
por querer ser más bonita,
se pone cosas sin piedad
y otras tantas se quita.

Para verse más refinadas
las arrugas y las ojeras,
que llegan a corta edad
las corrigen con polveras.

Si tiene la nariz chata
la desea respingadita,
no importa que la ingrata
hable como mormadita.

Unas por gordas no cenan
y otras por llamar la atención,
bubis y nalgas rellenan
con implantes de silicón.

Por querer estar muy flacas
invierten sus buenos pesos,
no importa que los vestidos
los llenen con puros huesos.

Se ponen la Body Signer
para verse formaditas,
y luego que se la quitan
se vuelven esponjaditas.

Con caras embadurnadas
de diversas mascarillas,
pasan la tarde en casa
las grandes y las chiquillas.

Exageran cuando salen
con perfumes y lociones,
vestidos muy escotados
para fiestas y reuniones.

Se untan de varias cremas
para quitar sus gorderas,
y se hacen liposucción
en la panza y las caderas.

El cabello se lo pintan
de uno o varios colores,
se lo cortan y lo peinan
y lo enchinan con calores.

Se depilan las piernas,
las cejas y el bigote,
también se ponen uñas
y aretes en el ombligote.

Asisten a los aéróbics
para adquirir soltura,
y van con la nutrióloga
para bajar la gordura.

Quieren llamar la atención
para sentirse halagadas,
es la vanidad de mujeres
solteritas o casadas.

Ya mejor hay le paro
de esto hay mucho que decir,
gastan su buen dinerito
para un ratito relucir.

No se vayan a disgustar,
pero a los hombres formales,
les gustan flacas o gordas
nomás que sean naturales.

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