sábado, 16 de marzo de 2013

LOS CAMOTES.



Era parte de la dieta
este suculento manjar,
que a chicos y grandes
halagaba el paladar.

Juan Torres se llamaba
el famoso camotero,
que en eso de los camotes
era el mero mero.

Panaderos eran muchos
y uno que otro peluquero,
camotero sólo Juanito
y lo hacía con mucho esmero.

Por la noche Don Juanito
de manera artesanal,
horneaba los camotes
con receta original.

Era muy cuidadoso
en toda la preparación,
por eso era conocido
en Uriangato y Moroleón.

La familia de Juanito
ayudaba en su cocción,
Rodo, Temo y Chepina
les daban su remojón.

Allá por los sesentas
y antes del amanecer,
salía rumbo al mercado
pa' su camote ofrecer.

A la entrada del atrio
arribita de la banqueta,
se colocaba Juanito
con su batea repleta.

Cuando salían del templo
las señoras se arrimaban,
a comprar los camotitos
que a todas les gustaban.

Enmielados o sequitos
eran buenos los camotes,
unas querían delgaditos
y otras pedían gruesotes.

Con la cáscara delgada
o con la cáscara gruesa,
no faltaba el camotito
de Juanito en la mesa.

A toda la familia
gustaba este manjar,
la manácata con leche
era buena pa' almorzar.

Con la muerte de Juanito
se acabó la tradición,
del sabroso camotito
con mielcita o sequesón.

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